La logística se encuentra en un punto de inflexión. Los cambios sociales, económicos y ambientales están marcando nuevas prioridades que impactarán directamente en el sector durante los próximos años.
Cada vez más clientes exigen que las empresas reduzcan su huella de carbono. El uso de vehículos eléctricos, la optimización de rutas y la economía circular ya no serán diferenciales, sino requisitos indispensables.
Pequeñas rutinas de estiramiento o caminatas durante las pausas en ruta ayudan a reducir dolores musculares y a mantener la circulación sanguínea. Estas prácticas son sencillas, pero marcan la diferencia en la salud a largo plazo.
Con la reconfiguración de cadenas globales, México se convierte en un jugador estratégico gracias al nearshoring: empresas que trasladan su producción cerca de Estados Unidos para reducir costos y riesgos logísticos. Esto traerá consigo más demanda de transporte especializado y cadenas ágiles.
El futuro de la logística no será de empresas aisladas, sino de ecosistemas colaborativos: alianzas entre transportistas, operadores, startups y retailers para lograr mayor eficiencia y cobertura.
Conclusión: La logística del futuro será verde, regional y colaborativa. En Inroute trabajamos para que nuestros clientes estén preparados y puedan aprovechar las oportunidades que este cambio global traerá consigo.